Canciones del musical

Puedes consultar aquí la letra de todas las canciones, algunas de las cuales han sido versionadas para ser adaptadas a este musical. Igualmente, puedes oír las canciones originales en los enlaces a plataformas digitales. Aquellas canciones que aún no han sido publicadas en plataformas digitales pueden oírse directamente en esta web.

Obertura

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Versión instrumental de la canción original “Tomad Señor” de Óscar Santos


Mi patria es el mundo

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(versión “Mi casa es el mundo”)

Sueño siempre con un mundo
en que mi fama llegue a todos.
Vencedor en el combate
No puede ser de otro modo.
Fuerte, fiero, muy valiente,
siempre firme en la batalla
No verán al contendiente
de rodillas ante nada.

Y al que huye en la reyerta
que me mire y que aprenda
La única norma: el honor
Que mi patria vale todo:
Mi patria es el mundo

Mi patria es el mundo
y Castilla es mi bandera
mi patria es el mundo

Mi patria es el mundo
y Castilla es mi bandera
mi patria es el mundo

Defender la tradición y la grandeza
del poder es mi misión.
Hoy elijo levantar la espada y la cabeza…
para proteger esta certeza
Que me hace fuerte en mí,
que restituye el honor
y defiende los valores de mi casa…

Mi patria es el mundo
y Castilla es mi bandera
mi patria es el mundo!

(Sin distancias, ni barreras,
sin refugios, ni trincheras,
sin más leyes que el honor)


Batalla

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Retorno

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Vida

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Podría ser luz en la madrugada
Un soplo de viento en el corazón
Podría ser miel en la mar salada
Locura y delirio para la razón
Podría ser tantas cosas que hoy no sé
qué sería yo por ti.
Podría ser tantas cosas que hoy tal vez
y, aun sin querer, soy para ti
Vida, que está viva si Tú estás,
que das vida a mi mirar
aunque no puse mis ojos en Ti
Vida, que vas siempre escondida
camuflada en cada herida
inquietando mi vivir

Podría, podría, podría ser luz…


Levántate

Yo soy todo y también soy nada,
soy el fuego que no tiene llama
si tú no me dejas entrar.
Soy razón que no entiende de nada,
soy el sueño que no encuentra almohada,
soy la vida si tú me dejas llegar.

Levántate, abre bien las puertas,
llena tu despensa de mi novedad.
Levántate, yo soy tu palabra,
Soy tu confianza, tu espada y tu afán.
Levántate, conozco tus miedos,
yo reto al desierto,
solo déjame entrar.
Levántate, hoy con tu pobreza,
hago que la vida sea aún más verdad.
¡Levántate!


Donde no sabría verte

No quiero vivir como el que llega a casa
y encuentra a su hijo y a su esposa
que esperaban sin más.
No quiero entregarme a mi trabajo hasta el alba
ni al fracaso de otra guerra,
por la que pide la iglesia
mientras yo no hago nada.
No quiero vivir como uno más
que ve la vida en los libros (en la tele)
y es lo más cerca que tiene la Vida.
No quiero apadrinar mil niños de Sudán,
sino irme allí con ellos
para ser como su padre
que les falta.

Y ahí, yo quiero vivir,
ahí buscándote siempre
y encontrándote otra vez
donde no quería verte
Y ahí, yo quiero vivir,
ahí cantándote siempre
a ti, vida, que viniste
donde no sabría verte.

No es que tenga yo manía por la insurrección
ni que quiera echar por tierra
mil años de tradición
Es que no quiero vivir como uno más
abrazando a los vasallos
sin bajarme del caballo como el amo.

Y ahí, yo quiero vivir,
ahí buscándote siempre
y encontrándote otra vez donde no quería verte
Y ahí, yo quiero vivir,
ahí cantándote siempre
a ti, vida, que viniste
donde no sabría verte.


Tomad Señor (instrumental)

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Qué más dará

Yo que nunca me escondí,
a mi causa me entregué
siempre supe distinguir
el vacío que encontré.
Pero entonces yo te vi
y tu voz se ancló en mi mente,
de rodillas me rendí
y tu Amor cambió mi suerte.

Quiero volar,
quiero llevar tu Voz,
tu Luz a todas partes,
que tu Palabra llegue a abrasarme.
¡Qué más dará
con tal que el mundo pueda ver
tus ojos un segundo!
Tus dedos señalan a todos juntos.

¡Qué más dará!
¡Qué más dará!
¡Qué más me da
si en mí Tú estás!


Te encontraré

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No soy quien tú quisiste,
no soy digno de entrar.
En mi mediocridad
vive ese sentimiento
que tú solo consigues
que yo logre olvidar,
solo con escuchar
que tu quieres que se cumpla
en mí tu plan.

Ignoré todo el daño
que te pude causar,
malogré mi voluntad
renunciando a tantas luces
como me fuiste a dar,
vendí mi dignidad
y ahí estabas tú
curando mis heridas
sin dudar.

Tanto tiempo intentando
imponer mi verdad,
trabajando por cambiar
con palabras y argumentos
que tus ojos desarman
con tan solo mirar,
con hablarme al corazón
y acercarme a la ternura de tu voz.

¿Cómo puedo seguirte?
¿Cómo puedo ayudar?
Si solo sé luchar, (si yo no sé hablar)
si no tengo grandes cosas
que ofrecer a este mundo.
Solo puedo cantar
que a mi lado siempre estás
si en tus manos nazco no voy a dudar.

Te encontraré en las calles de la ciudad.
Me encontrarás en las plazas
en las que no quise mirar.
Me buscarás en el ruido y en el dolor.
Sé que te encontraré al hacer silencio en mi corazón.

Olvidé que el camino
se hace duro al andar,
si no pongo intensidad,
si consiento que la duda
se haga fuerte en mi mente,
comienzo a vacilar,
pero entonces vuelves tú
y me muestras tus pisadas al andar.

Te encontraré en las calles de la ciudad.
Me encontrarás en las plazas
en las que no quise mirar.
Me buscarás en el ruido y en el dolor
Sé que te encontraré al hacer silencio en mi corazón.
Te buscaré en las calles de la ciudad.
Me encontrarás en las plazas
en las que no quise mirar.
Me buscarás en el ruido y en el dolor
Sé que te encontraré al hacer silencio en mi corazón.


Manresa

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La historia de mis días

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Dime si no has sonreído
intentando comprender
cuánta vida nueva puede nacer.
Olvidando los esquemas,
sorprendiéndome otra vez,
eso que tan solo Dios (Tú) sabe(s) hacer.
Si le das la vuelta a todo,
ordenando solo desde la fe,
las palabras hablan distinto esta vez.
Improvisa una sonrisa,
dale tiempo al corazón a entender:
Dios es nuevo solo si nuevo lo ves.

Y yo siento hoy que tu voz
suena nueva en mi corazón,
que tu vida se hace viva
en la historia de mis días.
Y yo siento hoy que tu amor
suena nuevo en mi corazón
y esa llama que sigue viva
va curando mis heridas.
Y yo siento hoy tu amor…

Delante de mí
iluminando todo
oigo tu risa, oigo tu voz
silencio en mi corazón.

Y yo siento hoy que tu voz
suena nueva en mi corazón,
que tu vida se hace viva
en la historia de mis días.
Y yo siento hoy que tu amor
suena nuevo en mi corazón
y esa llama que sigue viva
va curando mis heridas.
Y yo siento hoy tu amor…


Tomad Señor

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Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad.

Todo mi haber y poseer,
vos me lo disteis,
a vos, Señor, lo torno.
Todo es vuestro.
Disponed a toda vuestra voluntad,
vuestra voluntad,
vuestra voluntad…

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad.

Dadme vuestro Amor y Gracia…
Dadme vuestro Amor.

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad.

Dadme vuestro Amor y Gracia,
que esta me basta

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento,
mi memoria… mi entendimiento…
y toda mi voluntad.


Mi casa es el mundo

Sueño y lucho por un mundo
donde hay sitio para todos.
Quien conmigo canta y reza
y el que lo hace de otro modo.

El que ha sido desahuciado
y el que sufre separado,
el enfermo y el parado
y quien su patria ha abandonado.

El que canta y celebra;
el que llora y no se encuentra.
La única norma: el Amor.
Que en mi casa caben todos:
mi casa es el mundo.

Mi casa es el mundo
y el Amor es mi bandera.
Mi casa es el mundo. (2)

Si tú dices que estoy fuera,
yo te miro y estás dentro
Y es que así nunca te enteras
de lo que habla este cuento.

Quiero ser una familia,
un auténtico mogollón,
que en mi casa quepan todos
y nadie mendigue amor.

Sin distancias, ni barreras.
Sin refugios, ni trincheras.
Sin más leyes que el Amor.
Que en mi casa caben todos:
mi casa es el mundo.

Mi casa es el mundo
y el Amor es mi bandera.
Mi casa es el mundo. (2)

Instalados en la tradición y la ignorancia,
del poder de la razón,
Yo prefiero coger carretera y manta
para recorrer esa distancia
que me separa de ti,
que te separa de mí,
y arrullarte de este frío que tú aguantas.

Mi casa es el mundo
y el Amor es mi bandera.
Mi casa es el mundo.

Sin distancias, ni barreras.
Sin refugios, ni trincheras.
Sin más leyes que el amor.

No salimos, caminamos.
No huimos, avanzamos.
Sin más reglas que el amor.

No imponemos, abrazamos.
No juzgamos, escuchamos.
Sin más reglas que el amor.

Sin distancias, ni barreras.
Sin refugios, ni trincheras.
Sin más leyes que el amor.

¡Mi casa es el mundo!


Tomad Señor y recibid

Próximamente en plataformas digitales
Basileia Revolution

Tomad Señor y recibid
toda mi libertad, mi memoria,
entendimiento y toda mi voluntad,
todo mi haber y poseer.

Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno,
todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad,
dadme vuestro amor y gracia,
que con eso me basta.